martes, 20 de octubre de 2009

2. El día que aprendí a dar gracias a Dios.

Misma época... mi infancia en el DF... 7 años aproximadamente... y un deseo impresionante de tener un perro!

Con este afan loco de cuidar perros, de niña soñaba con tener uno, era la repetida peticion en todas las cartas a Santa, aunque en mi tierra no se acostumbran los
Reyes Magos, tambien les escribia (no hay que desaprovechcar oportunidades), obviamente al niño Dios, ratoncito de los dientes, TODOOO intente...
Las palabras sabias de mi madre siempre fueron: pidele a Dios lo que quieras pero siempre acuerdate de darle gracias por lo que tienes. Y asi lo hice, le pedí a Dios con todas mis fuerzas que me dieran un perrito... y que creen! me lo dieron!! si si, Dios me oyo y me regalaron una perrita... hermosa, se llamaba kiva: negrita, gordita y arrugada, que mas podia pedir...

Fue tanta mi emocion que solo queria jugar con ella, aunque ella lo que queria era dormir, pero bueno estaba feliz... y taaan feliz que olvide dar GRACIAS a DIOS, lo olvide por completo, ya tenia lo que queria... obviamente lo siguiente fue un "adios Kiva", por razones que no recuerdo, se fue... y todo por mi culpa... nunca agradeci nada...

So sad...

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